La epidemia de influenza lo ha convertido en un elemento indispensable. Cuando no se consigue, las personas lo reclaman entre gritos y manotazos, y aun cuando el precio se ha elevado hasta las nubes, cualquier desembolso es poco: lo necesitamos. Se trata de los cubrebocas.
Las empresas que los fabrican esgrimen incapacidad para satisfacer la demanda aun triplicando esfuerzos y contratando más personal. Jamás les había ocurrido algo así.
Mientras la respuesta en las farmacias es la misma: no tenemos
, representantes del sector Médico de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) aseguran que el abasto suficiente de cubrebocas para el público en general tardará de dos a tres semanas, porque se han agotado todas las reservas.
Es importante vigilar la tersura del material y las reacciones que provoca en la piel, pues incluso los cubrebocas industriales (en forma de concha), que son los más recomendados para afrentar la contingencia sanitaria, ya han despertado muchas reacciones adversas en los usuarios.
Lo importante es el grueso del material, por lo que la franela es una buena opción, o bien, telas como la comercialmente llamada "magitel" con al menos un doblez.
Materiales
-Tela
-Resorte
-Tijeras
-Aguja
-Hilo
-Regla
Pasos
-Recortar la tela en rectángulos de 40 por 16 centímetros
-Recortar el resorte en dos tramos de 25 y 20 centímetros
-Doblar la tela por la mitad, para que quede un rectángulo grueso de 20 por 16.
-Coser las esquinas de la tela con los extremos de resorte
-Coser los pliegues de la tela para que se ajuste al rostro.
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